Inventarios y reconocimiento de desvalorización por obsolescencia
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Inventarios y reconocimiento de desvalorización por obsolescencia

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Uno de los activos más significativos por lo general en las empresas industriales y comerciales son sus inventarios: productos terminados, productos de reventa, materias primas, materiales de fabricación y envasado, entre otros posibles. Por ello es que principalmente en este tipo de empresas, gana relevancia la administración del stock, y en particular el análisis de la obsolescencia.

Una definición común y aceptada generalmente es que el inventario obsoleto es aquel que una empresa no podrá vender al precio inicialmente esperado o directamente ya no podrá vender ni utilizar en la producción.

Los inventarios se vuelven obsoletos por ejemplo porque han sufrido daños físicos o han “pasado de moda” (por ejemplo en colecciones de vestimenta). Es decir las causas más comunes de la obsolescencia pueden diferenciarse en 3 grupos principales:

  • Problemas en la estimación de la demanda, tanto de clientes externos como internos. Por ejemplo una incorrecta estimación de las ventas, o errores en la planificación de la producción que generen sobre stocks de productos terminados y materias primas. Asimismo las descoordinaciones o problemas en la cadena de suministros pueden generar sobre stocks que a su vez lleven a problemas de obsolescencia (por ejemplo por deterioro físico por largos períodos almacenados).
  • Cambios en el proceso productivo, por innovaciones tecnológicas o mejoras en el proceso que por ejemplo generan que una materia prima que antes se usaba ya no se use.
  • Cambios en las regulaciones gubernamentales, por ejemplo regulaciones relacionadas con el uso del plástico.
    Ahora bien, la identificación de inventarios obsoletos es claramente un indicio de desvalorización.

La sección 27 de la NIIF para Pymes y la NIC 36 indican que es lo que debe hacer una organización cuando detecta un deterioro en sus activos.

Un deterioro se produce cuando el importe en libros de un  activo es superior a su importe recuperable. El importe recuperable de un activo es (de acuerdo con la definición de la NIC 36) el mayor entre su precio de venta neto y su valor en uso. Ambas normas lo que buscan es que las empresas no sobrevaluen sus activos. La NIC 36, indica que el análisis debe realizarse cada vez que existan indicios de deterioro, mientras la NIIF Pymes establece que se evaluará en cada fecha sobre la que se informa. El deterioro determinado, debe ser reconocido inmediatamente como pérdida del ejercicio.

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