NIC 36 – Deterioro de activos
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NIC 36 – Deterioro de activos

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La NIC 36 tiene como objetivo establecer los procedimientos para que las empresas se aseguren que el valor en libros de sus activos no supere el importe recuperable. Se aplica a Inversiones en subsidiarias, inversiones en asociadas, inversiones en negocios conjuntos, propiedad, planta y equipo, y activos intangibles.

Los activos que explícitamente se excluyen son:

  • Inventarios (aplica NIC 2).
  • Activos surgidos de los contratos de construcción (NIC 11).
  • Activos por impuestos diferidos (NIC 12).
  • Activos procedentes de costos de beneficios a empleados (NIC 19).
  • Activos financieros (NIFF 9).
  • Propiedades de inversión (NIC 40).
  • Costos de adquisición diferidos y activos intangibles surgidos de contrato de seguros (NIIF 4).
  • Activos no corrientes mantenidos para la venta (NIIF 5).

En estos casos cada una de las normas tiene su procedimiento de testeo de deterioro particular.

La norma establece que en caso de que se determine que el valor recuperable sea menor al valor en libros, entonces inmediatamente se debe reconocer una pérdida por deterioro en el estado de resultados integral.

El procedimiento a seguir para determinar la pérdida por deterior consiste en:

  • En cada fecha que se informa se debe analizar si existen indicios del deterioro del valor  de algún activo. En caso de que no haya indicios, el procedimiento finaliza.
  • En caso de que existan indicios la entidad deberá estimar el importe recuperable.
  • Comparar el importe recuperable con el valor en libros. Si el valor recuperable es mayor, entonces el procedimiento termina.
  • Si el importe recuperable es menor, entonces se determina la pérdida por deterioro como la diferencia entre el valor en libros y el importe recuperable.

La pérdida así determinada se registra en forma inmediata en el Estado de Resultados Integral.

Los puntos de mayor interés para análisis en este procedimiento son:

  1. Identificar indicios de deterioro. Para este punto la norma lista las circunstancias que cómo mínimo debe considerar la entidad, que se clasifican en externas e internas. Entre ellas figuran: disminución del valor de mercado del activo, incremento en las tasas de interés del mercado y cambios significativos en el entorno legal, económico o tecnológico, evidencia de obsolescencia o deterioro físico del activo, activos ociosos por discontinuidad de operaciones o cambios en la forma de uso que se le espera dar al activo.
    Por ejemplo, si le entidad vende el artículo A, y la demanda de ese artículo bajó un 50%, esa baja en la demanda puede ser un indicio de deterioro de la planta industrial dedicada a la producción de artículo A.
  2. Determinar el importe recuperable. El importe recuperable a los efectos del testeo de deterioro será el mayor entre el valor razonable menos los costos de venta y el valor en uso. No es necesario determinar ambos valores, ya que si el primero determinado es mayor al valor en libros, entonces ya se puede concluir que no existe pérdida por deterioro.

Por otra parte, se reconoce que en algunos casos el testeo puede ser muy difícil sino impracticable para activos individuales. En estos casos se determinará el importe recuperable de la unidad generadora de efectivo; el importe recuperable determinado se compara con la suma de los valores en libros de los activos que integran la unidad generadora de efectivo. El deterioro determinado (en caso de que hubiese) reducirá en primer lugar el valor en libros de cualquier valor llave que componga la unidad generadora de efectivo, y luego en forma proporcional el resto de los activos.

Luego de reconocida una pérdida por deterioro, la entidad deberá analizar en oportunidad de cada cierre, si existen indicios de que la pérdida reconocida se revirtió total o parcialmente. Si se determina que hubo reversión, entonces deberá aumentarse el valor en libros del activo y reconocerse en forma inmediata una ganancia en el Estado de Resultados Integral. El importe en libros así determinado no podrá superar el costo histórico menos las amortizaciones acumuladas de cada activo. Las pérdidas por deterioro determinadas para el caso de valores llaves, nunca se revierten.

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Victoria Sampayo
Supervisor de Auditoria
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