
¿Qué hace que una auditoría sea buena?
El Consejo de Información Financiera (FRC por su sigla en inglés) del Reino Unido emitió un documento que establece lo que ellos consideran necesario para considerar si una auditoria externa de estados financieros es buena. Es decir qué atributos debe tener para cumplir con esa condición.
Es vital para inversores, mercados financieros y todos aquellos que dependen de compañías que puedan confiar en la información que se publica. La auditoría externa es clave para asegurar que los estados financieros reportados por las compañías son precisos y ajustados a normas.
El FRC considera que una auditoria externa es de alta calidad, cuando:
- Provee a los inversores y otros interesados en los estados financieros un alto grado de certeza de que los estados financieros fueron elaborados con una visión cierta y justa.
- Cumple con el contenido y la forma de las regulaciones de auditoria y las normas relacionadas al trabajo del auditor.
- Es conducida con una robusta evaluación de riesgos, con un profundo entendimiento de la entidad y su entorno.
- Posee un fuerte soporte basado en un riguroso proceso que lleva a adecuada evidencia de auditoria, que evite conflictos de interés, que tenga un gerenciamiento de calidad y que envuelva un buen juicio profesional y escepticismo
- El reporte emitido no es ambiguo y expresa una conclusión sin interpretaciones erróneas.
Los aspectos claves a considerar los podemos agrupar en las tres tapas básicas de la auditoria, la planificación y determinación de riesgos, la ejecución, y la terminación del trabajo y emisión de informe.
En cuanto a la planificación y evaluación de riesgos, se considera necesario que haya una cuidada evaluación de riesgos, que la planificación sea efectuada en una base de tiempo razonable antes del cierre, que haya un buen conocimiento del negocio, sus sistemas y entorno. Asimismo como auditores es importante que nos informemos de las expectativas del cliente, de nuestra responsabilidad en determinación de fraude y error, tener los recursos apropiados, efectuar una buena revisión analítica, y una adecuada comunicación con los encargados de la gobernanza de la compañía.
En relación a ejecución del trabajo, es fundamental que el trabajo de campo sea ejecutado conforme a lo que se decidió en la planificación, que haya una apropiada supervisión y dirección del trabajo, que los papeles reflejen el trabajo realizado y hablen por si solos, que exista el adecuado escepticismo profesional y que estén involucrados los especialistas necesarios.
En la terminación del trabajo y emisión de informe, se espera que haya una buena revisión de que toda la evidencia fue adecuadamente documentada y es suficiente y que los hallazgos fueron adecuadamente transmitidos a la compañía.
En relación a este último punto, es bueno señalar, que en nuestra experiencia, a veces notamos que la gerencia, e incluso el usuario de los estados financieros no necesariamente sabe interpretar los comentarios que se incluyen en el dictamen y en la carta de recomendaciones. Esto lleva a que a veces no se tiene una dimensión adecuada de lo que el auditor expresa.
A la hora de seleccionar un auditor, es de buena administración, seleccionar aquel que tenga atributos que lo hagan proveer un servicio de calidad. Para ello seguir las recomendaciones de la FRC puede ser una alternativa y verificar mediante entrevistas con el auditor y en base a su propuesta de trabajo que los aspectos a considerar en cada etapa estén contemplados.
